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Implementa esta Ruta PRO
A continuación, podrás recorrer las herramientas que te permitirán implementar esta Ruta PRO en tu empresa.
El relacionamiento comunitario es el proceso mediante el cual una empresa establece y mantiene una interacción continua con las comunidades locales y otros actores del territorio, enfocándose en el diálogo, la comunicación y la colaboración. Su objetivo es mitigar los impactos socioambientales y crear valor compartido, fomentando una relación de confianza a largo plazo con los grupos de interés estratégicos.
El relacionamiento comunitario es clave para prevenir conflictos y generar confianza en un entorno de comunidades empoderadas y conscientes de sus derechos. En un contexto cambiante y con creciente judicialización de proyectos, esta práctica permite gestionar riesgos de manera anticipada, promoviendo el diálogo y relaciones de valor compartido. Además, ayuda a mitigar impactos negativos y construir cooperación en torno a objetivos comunes, facilitando la viabilidad y sostenibilidad de las operaciones empresariales.
Un relacionamiento adecuado con la comunidad facilita la resolución de problemas a través del diálogo y promueve el desarrollo local, lo cual puede resultar en proveedores eficientes, en una reputación favorable para la empresa y en mantener la continuidad operacional de los proyectos, obras o faenas. Esta buena relación también puede acelerar la aprobación y el éxito de futuros proyectos, al mostrar a la empresa como un socio confiable.
Un relacionamiento adecuado con la comunidad facilita la resolución de problemas a través del diálogo y promueve el desarrollo local, lo cual puede resultar en proveedores eficientes, en una reputación favorable para la empresa y en mantener la continuidad operacional de los proyectos, obras o faenas. Esta buena relación también puede acelerar la aprobación y el éxito de futuros proyectos, al mostrar a la empresa como un socio confiable.
Actualmente no contamos con este tipo de herramientas, pero estamos trabajando para ir completando nuestra oferta
Actualmente no contamos con este tipo de herramientas, pero estamos trabajando para ir completando nuestra oferta
El desarrollo territorial debe ser parte de una estrategia donde la empresa identifique cómo su proyecto puede aportar beneficios tangibles al área en la que opera, considerando el impacto socioeconómico y ambiental. Va más allá del relacionamiento comunitario, buscando crear valor compartido de manera directa para el territorio a corto y largo plazo.
Este enfoque es clave para fomentar un crecimiento equitativo y sostenible en las comunidades afectadas emplazadas en la zona de influencia de los proyectos. Al participar activamente en el desarrollo del territorio, la empresa fortalece su rol como un agente de cambio positivo, mejorando las condiciones locales y construyendo relaciones más sólidas con las comunidades.
Un compromiso con el desarrollo territorial no solo favorece el crecimiento económico y la creación de empleos locales, sino que también mejora la imagen corporativa, facilita la obtención de permisos y certificaciones, y promueve la sostenibilidad ambiental. Todo esto puede representar una ventaja competitiva y un activo para futuras oportunidades.
Ignorar el desarrollo territorial conlleva riesgos significativos, como resistencia de la comunidad, protestas, paralizaciones, judicialización de proyectos y problemas regulatorios. La falta de un enfoque territorial puede causar impactos ambientales no deseados, pérdida de la licencia social para operar y perjudicar la reputación de la empresa, lo cual podría limitar sus oportunidades comerciales.